Benedicto XVI viaja a La Habana, donde se reunirá con Raúl Castro; también podría verse con Fidel, aunque no está confirmado; gran expectativa.El papa Benedicto XVI tendrá hoy la jornada más política de su viaje a Cuba, en la que mantendrá un encuentro con el presidente Raúl Castro en el Palacio de la Revolución y tal vez con su hermano Fidel, mientras el régimen y los opositores esperan resultados contrapuestos de su visita.
Tras pasar la noche en una casona recién construida especialmente para él cerca de la capilla de la Virgen de la Caridad, donde realizó sus oraciones en silencio esta mañana, el Pontífice visitó el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, patrona de Cuba, en Cobre, a 30 kilómetros de Santiago de Cuba, para luego viajar en avión a la capital, al otro extremo de la isla.
En el Palacio de la Revolución, centro del poder comunista, lo espera Raúl Castro, con quien debe abordar el estado de las relaciones entre el gobierno y una Iglesia convertida en interlocutor político privilegiado y muy activa en el terreno social, 14 años después de la histórica visita de Juan Pablo II.
Pero la expectativa estará puesta sobre todo en un posible y breve encuentro entre el Papa y el padre de la revolución cubana, Fidel Castro, de 85 años, retirado del poder desde 2006. Aunque el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, advirtió prudentemente anoche que "no se sabe si sí, ni dónde" podría tener lugar, la reunión parece probable.
Fidel Castro, que ha expresado su admiración por Juan Pablo II, manifestó su deseo de reunirse con el papa alemán, y el Vaticano manifestó la disponibilidad del Papa. Las especulaciones también crecen sobre la posible presencia en esa cita del muy creyente presidente venezolano, Hugo Chávez, quien se trata de un cáncer en estos días en Cuba.
Asimismo, en el Palacio de la Revolución, está previsto un encuentro entre el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y el vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura. Los temas candentes -presos políticos, levantamiento del embargo norteamericano contra Cuba, mayores derechos para los católicos en campos como la enseñanza- deben ser abordados en esta ocasión.
Benedicto XVI dijo a su llegada desde México que lleva en su "corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos", pero también pidió que los católicos luchen "con las armas de la paz, el perdón y la comprensión" para "construir una sociedad abierta y renovada".
En el primer día, el presidente Raúl Castro estuvo presente en primera fila en la misa en Santiago de Cuba. En su discurso de bienvenida, incluso encontró un punto común con el Papa: denunciar "la crisis moral" que afecta a la sociedad contemporánea.
Fuente: lanacion.com.ar
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