Marcos Patronelli avisó que podría no correr en el Dakar 2013. Y su hermano Alejandro, tampoco.
Es un ritual de todos los días al final de cada etapa. Se detiene en la tienda de su equipo, desciende del cuatri Yamaha Raptor y comienza a desarmar el traje lleno de tierra con más de diez elementos de protección: pechera, faja para la cintura, coderas, hombreras, rodilleras, botas... Otra que Robocop. Cuando se despoja de su armadura y hace un fondo blanco con un Gatorade de un litro, Marcos Patronelli, ganador de la etapa Chilecito-Fiambalá, se dispone a la charla con Olé .
-Ganaste una etapa después de casi dos años.
-Sí, el año pasado abandoné temprano, dolorido por el accidente que había tenido (en noviembre de 2010), pero este año estoy más tranquilo, acelerando donde se puede. Y hoy (por ayer) aceleré porque si me ganaban en la arena me bajaba del cuatri.
-¿El accidente te hizo tomarte las cosas más tranquilo? -Muy tranquilo, vengo a mi ritmo, sin locuras. Cuando hago locuras, chau, me golpean el casco desde atrás y me dicen desacelerá, ja. La verdad es que lo que hicimos hasta ahora fue muy complicado, peligroso. Y nos mató en lo físico.
-Los pilotos de motos destacan que este Dakar es más duro que las ediciones anteriores...
-Sí, está mucho más difícil y nunca habíamos tenido un Dakar con agua, como tuvimos desde San Rafael a San Juan, con piedras... Estuvimos como una hora arriba del agua y a 20 km/h, porque si ibas más rápido podías romper todo y quedarte tirado ahí. No se terminaba más. Hay que decirles a los del Dakar que no lo hagan más, que se dejen de joder, ja, ja.
-¿Es cierto que están con ganas de hacer un alto y no correr en 2013? -No creo que corramos. Lo que hablamos con Ale es que éste iba a ser el último, y después veremos.
-¿Por qué? -Con el Dakar hemos estado menos en la fábrica y le tenemos que dedicar más tiempo a la empresa ( NdeR: de acoplados y semirremolques). Encima queremos modernizarnos un poco, cambiar las máquinas, y tenemos que estar. Así que sí, es probable que hagamos un parate y volvamos en unos años. Total, espíritu para seguir corriendo tenemos.
Fuente: ole.com.ar
Es un ritual de todos los días al final de cada etapa. Se detiene en la tienda de su equipo, desciende del cuatri Yamaha Raptor y comienza a desarmar el traje lleno de tierra con más de diez elementos de protección: pechera, faja para la cintura, coderas, hombreras, rodilleras, botas... Otra que Robocop. Cuando se despoja de su armadura y hace un fondo blanco con un Gatorade de un litro, Marcos Patronelli, ganador de la etapa Chilecito-Fiambalá, se dispone a la charla con Olé .
-Ganaste una etapa después de casi dos años.
-Sí, el año pasado abandoné temprano, dolorido por el accidente que había tenido (en noviembre de 2010), pero este año estoy más tranquilo, acelerando donde se puede. Y hoy (por ayer) aceleré porque si me ganaban en la arena me bajaba del cuatri.
-¿El accidente te hizo tomarte las cosas más tranquilo? -Muy tranquilo, vengo a mi ritmo, sin locuras. Cuando hago locuras, chau, me golpean el casco desde atrás y me dicen desacelerá, ja. La verdad es que lo que hicimos hasta ahora fue muy complicado, peligroso. Y nos mató en lo físico.
-Los pilotos de motos destacan que este Dakar es más duro que las ediciones anteriores...
-Sí, está mucho más difícil y nunca habíamos tenido un Dakar con agua, como tuvimos desde San Rafael a San Juan, con piedras... Estuvimos como una hora arriba del agua y a 20 km/h, porque si ibas más rápido podías romper todo y quedarte tirado ahí. No se terminaba más. Hay que decirles a los del Dakar que no lo hagan más, que se dejen de joder, ja, ja.
-¿Es cierto que están con ganas de hacer un alto y no correr en 2013? -No creo que corramos. Lo que hablamos con Ale es que éste iba a ser el último, y después veremos.
-¿Por qué? -Con el Dakar hemos estado menos en la fábrica y le tenemos que dedicar más tiempo a la empresa ( NdeR: de acoplados y semirremolques). Encima queremos modernizarnos un poco, cambiar las máquinas, y tenemos que estar. Así que sí, es probable que hagamos un parate y volvamos en unos años. Total, espíritu para seguir corriendo tenemos.
Fuente: ole.com.ar
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